04
Dic

Una generación distinta, columna de Gonzalo Rodríguez

Una generación distinta

Lo ocurrido en las últimas elecciones es el reflejo de que Chile ha venido cambiando los últimos años. Impulsado en parte por una generación de jóvenes que entendió que las cosas se pueden hacer distinto. Que miran con orgullo todo lo que se ha avanzado el último tiempo, pero consideran que no es suficiente. Porque están convencidos que el país y la sociedad se puede construir y organizar de forma distinta, poniendo siempre en el centro el bien común.

Es una generación que se aburrió de que le hablen de crecimiento económico, porque a miles de chilenos durante años no les ha llegado ese crecimiento. Están convencidos de que llegó el momento de solucionar los grandes problemas que nos afectan como sociedad y no seguir esperando que el mercado lo resuelva todo, porque la teoría del chorreo genera desigualdades que son insostenibles.

Es una que no se conforma con subir ciertos mínimos para que las familias salgan de la pobreza, sino que también les interesa disminuir la desigualdad y terminar con la exclusión. Porque sigue siendo tremendamente injusto que unos pocos acumulen gran parte de la riqueza y bienes del país, mientras otros dependen de un bono para poder tener lo mínimo para vivir.

No quieren trabajar donde es más fácil y seguro, sino que busca trabajos incómodos y desafiantes porque desde ahí se puede transformar la sociedad. Probablemente con pocas certezas, pero con un mundo gigante de cosas por hacer. Es idealista y soñadora, que no considera el éxito como la plata que se tiene o el cargo que se ostenta, sino ser capaces de compartir la vida.

Es una generación que se interesa por el otro, no sólo por los que conoce. Sino aún más por los que no conoce y que están sufriendo las consecuencias de una sociedad que excluye a los que menos tienen. Creen que es posible construir ciudades de las que todos seamos parte, que vivamos juntos y que nos encontremos más.

En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales no se vota sólo por un proyecto de gobierno y un listado de propuestas. Se vota por el modelo de sociedad que queremos tener y cómo queremos relacionarnos. Es fundamental que los dos candidatos que aspiran a presidir el país en los próximos cuatro años, sepan leer lo que está pasando y tener propuestas que respondan a lo que hoy está demandando el país, una sociedad más justa donde nadie quede fuera.